sábado, 15 de septiembre de 2012

EL DESARROLLO DEL ARTE INFANTIL EN LA ESCUELA



Aportaciones de Viktor Lowenfeld

Carmen Alcaide


Este autor presenta una descripción detallada de las modificaciones que va sufriendo el lenguaje gráfico de los niños y niñas, a medida que van madurado en sus aspectos físico, intelectual y afectivo. Con posterioridad a esta investigación se han realizado otros estudios que podríamos analizar en sucesivos artículos pero,  a pesar de los cambios que puedan haberse producido en el desarrollo de la expresión plástica infantil  -a partir de la llamada “cultura de la imagen”- es posible  considerar que  las aportaciones de esta obra,  permanecen vigentes. Si bien se ha observado que los límites de edades, pueden haber descendido un poco con respecto a los estadios que se mencionan en el estudio, (lo que antes era común entre los niños de 6 años, ahora lo es entre los de 5, por ejemplo)  de todas formas,  el orden de sucesión de las diversas etapas del desarrollo, continua siendo  el mismo.
Lowenfeld propuso una análisis de la evolución de la expresión plástica infantil en términos de estadios, enfoque que considera la evolución gráfica hasta la adolescencia. Es el primero en considerar el estudio del dibujo dentro del contexto general de toda la actividad creadora del niño, al igual que el modelado y las construcciones, por ejemplo. Sus reflexiones se ven completadas por el estudio del dibujo de  niños con dificultades de visión y del modelado en niños ciegos. Como consecuencia, se comprende mejor su perspec­tiva, que va mucho más allá del modelo visual.
Para este autor, al igual que para  los anteriores, los dibujos infantiles son la expresión del niño en su integridad, en el momento que está dibujan­do. El niño se describe a sí mismo, sin encubrimientos. La huella de su individualidad, queda registrada indefectiblemente. Cada dibujo representa los diferentes ámbitos de su persona, podría considerarse en un plano horizon­tal: su capacidad intelectual, su desarrollo físico, su aptitud perceptiva, el factor creador, el gusto estético y también el desarrollo social del individuo. Pero también sus creaciones nos muestran lo que puede considerarse un plano vertical: todas las transforma­ciones que se van sucediendo a medida que crece y se desarrolla. (A. Cambier)
Al estudiar este desarrollo, Lowenfeld articula un sistema de estadios o etapas. Los estadios están definidos por la manera en que el sujeto aprehen­de la realidad. Las etapas evoluti­vas han sido clasifi­cadas de acuerdo con aquellas caracte­rísticas del dibujo infantil que surgen espontá­neamente en niños de la misma edad mental.  Para esta clasificación, considera mayor número de asuntos de los que estimaban estudios anteriores, centrados especialmente en la figura humana.  Además de esto, toma en cuenta: el desarro­llo del grafismo, la manera de distribuir en el espacio las formas, el diseño y el uso del color.
A medida que los niños cambian, también varía su expresión creativa. Los niños dibujan en una forma predecible, atravesando etapas bastante definidas que parten de los primeros trazos en un papel y van progresando hasta los trabajos de la adolescencia. Aunque consideramos estas etapas como diferentes pasos en la evolución del arte, resulta a veces difícil decir dónde termina una etapa y comienza la otra. Es decir, el desarrollo en el arte es continuo y las etapas son puntos intermedios en el curso del desarrollo. No todos los niños pasan de una etapa a otra en la misma época. Sin embargo, excepto para el caso de los niños discapacitados mentales o el de los superdotados, estas etapas se suceden ordenadamente, una después de otra, y la descripción de cada una es un elemento valioso para comprender las características del niño y su capacidad artística en un momento determinado.
Describir los cambios que se producen en la expresión plástica infantil, resulta más fácil que explicar las causas de que dichos cambios tengan lugar. Según Lowenfeld, no hay una línea recta de progresión desde un garabato muy pobre que traza un niño pequeño para representar un objeto, hasta la gran precisión que puede lograr un adolescente dibujando el mismo objeto.
Las afirmaciones de que los niños dibujan lo que saben y no lo que ven, no tienen fundamentos lógicos, cualquier niño pequeño puede describir los rasgos de las personas y las cosas, con mucho más detalle de lo que le interesa representar. No se debe pues,  a falta de capacidad sino a que, aparentemente, se sienten satisfechos con la imagen que han elegido para "significar" dicho objeto. Parecería que lo que el niño está dibujando, es lo que tiene importancia para él en dicho momento.
"Si se considera el dibujo como un proceso que el niño utiliza para transmitir un significado y reconstruir su ambiente, el proceso del dibujo es algo mucho más complejo que el simple intento de una representación visual. (...) Resulta evidente que hasta el mismo niño está incluido en cada dibujo, es especta­dor y actor al mismo tiempo." (Lowenfeld, 1972 p.46)
Los dibujos de los niños y niñas nos permiten apreciar que comienzan desde un punto de vista egocéntrico,  para ir adquiriendo progresivamente una mayor conciencia de sí mismo como parte integrante de una sociedad organizada. Se puede suponer que, lo que interpretamos como el dibujo de un hombre, tal vez no sea más que la representación del propio yo, que va tomando forma en la mente de cualquier indivi­duo.  Para este autor, todas las líneas empleadas por el niño para representar la  realidad  no tienen relación estrecha con esta realidad y menos aún con la realidad visual, la mayoría de las veces el niño emplea formas y líneas que pierden su significado cuando están separadas del conjunto. Habla de "líneas geométricas"  (puntos para los ojos, líneas para los dedos, rectángulos para el torso, etc.) que son las que constituyen una representación esquemá­tica, que indica las características esenciales de la figura representada.
Pero, antes aún de llegar al esquema, Lowenfeld se interesa por las primeras representaciones gráficas infantiles que se producen en torno a los 2 años. Es la etapa del garabato. El niño de esta edad, hace trazos desordenados en el papel, que de a poco se van organizando y controlando. Pero no es hasta los 4 años, cuando las figuras dibujadas comienzan a ser reconocibles.  El estadio siguiente, es el llamado preesque­mático, en el cual el niño hace sus primeros intentos de representación, dura hasta los 6 años aproxima­damente. La característica esencial de esta etapa, es el dibujo del ser humano, con lo que ha dado en llamarse el monigote, representación que por lo general, se limita a cabeza y pies. Cualquier otro objeto del ambiente, puede ser representado sin relación de tamaño ni espacio.  El siguiente estadio es el esquemático. Entre los 7 y 9 años. El niño desarrolla ahora, un concepto definido de la forma, sus dibujos simbolizan partes de su entorno de forma descriptiva. Aparece una interesan­te disposición espacial, que veremos luego, con más detalle: la línea de base. Al alcanzar los 9 años, inicia una etapa de creciente realismo, que llega hasta los 12. El niño tiene más conciencia de sí mismo, se interesa más por los detalles y por su entorno social.
Después de los 12  - para nuestro sistema educativo, en los comienzos de la enseñanza secundaria- los niños quieren repre­sentar el ambiente que los rodea, de forma más realis­ta, con profundidad y perspectiva. Lowenfeld la llama: pseudonaturalista. Es la edad del razonamiento y está caracterizada por grandes conflictos.  Alrededor de los 14 o 15 años, como ya lo analizara Burt, es el verdadero despertar artístico de los adolescentes o el abandono de este tipo de expre­sión.  Lowenfeld denomina esta etapa como de  deci­sión.
garabato controlado
etapa del garabato
garabato con nombre

etapa pre-esquemática
etapa pre- esquemática




etapa esquemática

3 comentarios:

  1. Es muy interesante el tema de la evolución del dibujo infantil. Se pueden conocer muchas cosas de los niños a través de él. Yo no soy una entendida en la materia, pero me gusta analizar de vez en cuando los dibujos de mis alumnos.

    Un abrazo

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  2. Los niños expresan mucho en los dibujos, son un elemento muy interesante para tener en cuenta.

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  3. He dedicado 25 años de mi vida a la maravillosa experiencia del arte infantil. Si queréis visitar mi blog y compartir vuestras experiencias: carmencastellano.blogspot.com
    Me gustaría recibir vuestros comentarios y experiencias. Espero ser de utilidad.
    Un saludo desde Madrid.
    Carmen Castellanos

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