lunes, 20 de agosto de 2012

LEER EN CASA, POR QUÉ Y PARA QUÉ...


El uso total de la palabra para todos me parece un buen lema, de bello sonido democrático. No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo”
                                                   Gianni Rodari


             La formación de lectores competentes debería ser el desafío primordial en la educación de un niño. Cuando leemos, al igual que cuando participamos de cualquier otro acto de comunicación, tenemos una intención. Nos motiva la curiosidad y buscamos información.
Otras veces, la motivación para leer es la necesidad de resolver una situación concreta. O nos sirve,  para no olvidar. Y, aunque no siempre tenemos tiempo para ello, también leemos por placer.
Leer es algo automático, es decir; permanentemente nos informamos, nos asesoramos, nos comunicamos, nos recreamos a través del acto de leer.
Antiguamente se utilizó la escritura y la lectura con el propósito de conservar tradiciones o para anotar costumbres sociales; también para transmitir mitos y rituales, lo cual generó la historia y la literatura.
La lectura es el camino hacia el conocimiento y la libertad. Nos permite viajar por los caminos del tiempo y del espacio.
La lectura permite retomar pensamientos propios y ajenos y re-crearlos. No existe motivo alguno para no incentivarla.
A través de la lectura desarrollamos la creatividad, la inteligencia, el lenguaje, el crecimiento y enriquecemos el vocabulario como la expresión oral y escrita.
Es indiscutible el valor de los cuentos porque el cuento es vida, emoción, sueño, libertad, memoria... ( ES AFECTO) Ayuda a comprender mejor el mundo, facilita las relaciones interpersonales, el desarrollo afectivo, moral y espiritual. Leerlos significa desenvolver emociones, discriminar fantasías, jugar, elaborar situaciones conflictivas, fortalecer vínculos, transmitir valores, introducirse en la cultura, elevar la autoestima, intercambiar ideas y aceptar las diferencias.
Por todo esto, ayudemos a los niños a ingresar al mundo de la lectura y desarrollarse como buenos lectores. Revaloricemos el acto de leer.
v      Invite a su hijo a leer con ustedes todos los días.
v      Lea con él su libro favorito una y otra vez.
v      Amplíe su biblioteca incluyendo cuentos de hadas, de misterio, poesías, cantos infantiles, mitos y leyendas.
v      Abra espacios de comunicación en los que tenga entrada el comentario de lo leído.
v      Comparta con ellos fuentes bibliográficas adecuadas.
v      Que ellos los vean a ustedes leer.
La lectura debe realizarse en forma natural y agradable, sin prisa ni angustia. El tiempo de lectura lo establece el niño,” es preferible que quede con hambre y no saturarlo”.

                               “ El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es necesario encender”
                                                                                                     Montaigne




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